domingo, abril 23, 2006

CAMBIA, TODO CAMBIA

Hoy regresé de mi última ida, y encuentre la situación poco parecida a la de mi anterior ida a la que hoy es mi vuelta.

Les cuento un poco de mi itinerante y cíclica vida.

Cuando me fui de Tres Arroyos a estudiar a La Plata yo tenia 17 años. Todo era excelente, nueva casa, nueva ciudad, nueva vida.

Al año siguiente mis padres se fueron a vivir a La Plata, todo era diferentemente excelente, nueva casa, nueva vida. De allí en mas mis vueltas a Tres Arroyos fueron distintas, mi sabor a localía estaba en La Plata y Tres Arroyos olía a visita. Mi ciudad de residencia era La Plata y sentía que esa era mi nueva y definitiva identidad, yo era platense. Después de 13 años de amasar mi identificación regresé a Tres Arroyos, nunca ni el mismo día de partida a mis tiernos 17 añitos, planee, añoré o imaginé mi regreso. Debí habérmelo imaginado, aunque sea para predecir situaciones, anticipar reacciones o preparar la piel para el pinchazo. Pero no fue así, y el pinchazo fue tan repentino, agudo y profundo como nunca me lo imaginé.

Pero como un pinchazo también, una vez superado el dolor inicial ya no se siente la aguja incrustada ni el suministro de la medicina que va a sanarte.

Apenas llegué a Tres Arroyos lo imaginé como con el plan que vine, de trabajo de tránsito. Pero mi nuevo hogar de tránsito se tornó permanente y mi imaginario del retorno a La Plata ha cambiado por completo, sobre todo desde mi reciente regreso desde la que había sido mi primer ida.

Es muy simple lo que pienso y es muy lógico. La que era mi casa ya no lo es, mis hermanas no viven bajo el mismo techo, mis amigos están casados, con hijos o casados o con hijos, o ya no están. La facultad, que era el punto en común con todos, ya no es común a ninguno y todo, absolutamente todo cambió.

Yo me fui de Tres Arroyos una semanita a pasar mi cumpleaños a La Plata, pero los 31 me agarraron “sola”, en la misma casa que habitaba cuando residía allá que ya no es mía, en cama, con fiebre y angina. No creo que haya sido casual que la mañana del 20 de abril de 2006 me alcanzara en esa situación. Es que creo que fue ese mismo día que yo caí de cuentas que la situación había cambiado, que el lugar que creía mi hogar era un verdadero hogar de tránsito y que el lugar que yo creía de tránsito es mi verdadero hogar, por lo menos por ahora.

Y todo esto me hizo remover y recordar lo que sentí en julio del 1994. Es que durante el primer año yo iba a Tres Arroyos de visita a ver a mis padres, pero cuando mis padres se fueron a vivir a La Plata y yo volvía de mi primer estancia en la casa de mi amiga Sole, en Tres Arroyos fue que caí de cuentas que Tres Arroyos ya no era definitivamente de mi pertenencia.

Hoy otra vez comienzo a reconstruir mi identidad actual, admito que soy una mina reticente al cambio de situaciones, pero hoy entiendo que es imposible resistirse y de alguna manera de eso se trata la vida, nada permanece definitivamente, cambia, todo cambia.

GRAAAAACIAS.... a todos los que el 20 de abril se acordaron de mi cumpleaños aunque no me hubieran llamado y a los que se olvidaron pero me recuerdan otras veces... también.

lunes, abril 10, 2006

EN RECREO

UNA TARDE DE ORO

domingo, abril 09, 2006

SEMBRADORAS Y COSECHADORAS

Holaaa… volví después de unos días de ausencia internética.

Desde que volvió Celes de su viaje a Calafate no había vuelto a contarles de mi vida.

Así que ahí va. El jueves pasado, como habíamos hecho el año pasado, nos fuimos con Celes a San Cayetano a pedir trabajo, pero no a rezarle al santo, sino a buscar laburo en los pueblos aledaños.

Paradógicamente empezamos con el que lleva el nombre del santo del trabajo, recorrimos las casas mas grandes cerealeras, agro repuestos, etc (todas las actividades son rurales, recordemos que seguimos en la zona agro-ganadera por excelencia) en todas o casi todas las ocasiones nos recibieron muy bien, nos preguntaban de nuestro trabajo etc etc. Sólo uno hasta el momento nos ha pedido presupuesto, y parece que hasta ahora no le ha convencido, ya que no ha contestado.

Hemos ido a sembrar, ahora los regaremos, para en un tiempito empezar a cosechar clientes ávidos de realizar trabajos.

Pero en todo este accionar hay un motivo oculto, que es el verdadero motivo de nuestra abrupta decisión de salir a buscar trabajo a los alrededores y es que se aproxima un nuevo proyecto de viaje, todavía no sabemos bien el rumbo, aunque estamos analizando posibilidades en todos lados.

Las nómades arremeten y ponen en marcha el motorcito generador con un nuevo proyecto a conquistar.

Paco, mi papá, nos dijo que éramos unas “cosechadoras”. A lo que yo asentí con mi cabeza orgullosa de que mi papá nos viera como emprendedoras con fuerza que “juntan sus frutos al tranquito”, etc, etc, yo ya me estaba haciendo todos los rulos cuando él me pregunta “¿sabes por que?, porque labura solo cuando está seco” :S

martes, abril 04, 2006

EN LA DULCE ESPERA

Cele volvé!!!

domingo, abril 02, 2006

YOSHIMOTO GOROSKISAKY
(cruzando los charcos y a base de carnes rojas)

De chica soñaba con animatoons japoneses sin tener ni idea que desde allá provenían.

Fui fanática de “Hello Kity”, “Little Star” fiel seguidora de “Mazinger Z”, “Astro Boy”, “Heidy”, “Cumcum”, “Sally”, “Campeones” y ya un poquito mayor “Sailor Moon”, “Caballeros del Zodíaco”, “Samurai X” y algunos otros que se me están escapando.

Lo japonés marcó de diferentes maneras todos los períodos de mi vida, de pequeña en forma inconciente, de joven a través de las artes marciales y de grande en forma conciente y selectiva.

Me interioricé de la vida de los samurai, quienes eran, qué hacían, cómo vivían. De las geishas, que siempre me intrigaron tanto. Las disciplinas marciales y la rigurosa disciplina y orden de vida que se lleva en la pequeña isla estado.

Todo esto me llevó a observar admirar y respetar esa cultura tan temible como necesariamente pragmática.

Desde “La pequeña Holanda”

Así es como denominaron los medios a la ciudad de Tres Arroyos en la llegada de la Reina Beatriz de Holanda. La rotularon de próspera, rica y pujante. Llena de promesas para todos sus habitantes que se encuentran en una situación privilegiada para los analistas de números y las estadísticas.

Los cierto es que dentro de esta creciente economía para pocos, convive la otra Tres Arroyos, la que yo me animaría a denominar “La pequeña Kenia”. A quienes su realidad frecuente les niega o ralea la educación, la alimentación, la conformación de hogares familia, una vivienda o tan solo la inclusión o el sentimiento de pertenencia a la comunidad Tresarroyense. En barrios marginales a no mas de 15 cuadras del centro de la ciudad se vive y respira una situación mas que alejada de las estadísticas en constante crecimiento económico. Las imágenes que aquí les muestro, de niños en comedores populares, de gente que vive en y del basural municipal, etc. son del libro “Abandonos” de Jorge Pousa y Rubén Pinella, quienes retrataron la otra cara de la ciudad.

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