UNA COSA SIGUE A
El sábado por la madrugada 4:00 viajamos con Paco a
Verdaderamente la pasamos bárbaro, comida, juegos, charlas, fue una verdadera fiesta.
Ya sin ánimos, pero con un gran sentido de la responsabilidad y el deber, nos volvimos el lunes, a la madrugada también, para trabajar.
Iba a ser mi último día de “Cuchitril”, sólo que no lo sabia. Cuando llegué al cuchitril esa tarde, pensando en lo largo que se me iban a hacer éstos 3 últimos días llegó “Topo” con la buena nueva. No iba a tener que ir a Pringles, por lo que me correspondía mi franco de martes, y ya para el miércoles se hubiera desmantelado todo el taller y mudado a Pringles.
Así que mi actitud comenzó a cambiar a lo largo de la jornada laboral. Tocaba las cosas pensando que iba a ser la última vez que lo tocara, hacía mi labor sabiendo que iba ser la última vez que lo hiciera, me costaba creerlo, fue casi comparable a que me dejaran abrir mis regalos antes de las 12:00 en Navidad.
Toda la noche pensé qué iba a hacer con mi nuevo regalo, el tiempo libre. Creí que no lo iba a saber aprovechar después de tanto tiempo de “claustro” con horario, pero no fue así. Me quedé sorprendida de lo bien que me rindió un día con la tarde completa. Celeste se quedó a dormir en casa con la misión de adelantar trabajo por la noche (es que a “El Diario de Pringles” le siguió “EL Diario de los Vassolo”.
3 Comments:
Y lo parimos nomás, hacía falta voluntad, la misma que no le pusimos al Diario de no quiero ni nombrarlo hoy, ya lo enterré sin duelo
Dicen que el asesino siempre vuelve al lugar del crimen...
Ustedes estuvieron en la vereda de enfrente y encima "atacando" una parrillada completa...!!! (con fritas?)
Síii... con fritas!!!
:P
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