17/11
Viajamos toda la noche para no pagar hotel y el "conserje" (léase chofer) nos despertó a las 6:00 am con un grito "San Ignacio!!!!!!!". Nos dejo en la ruta, caminamos hasta el centro, dejamos las mochilas en un restobar y nos fuimos a conocer las ruinas.
El dia estaba semi-nublado, San Ignacio amaneciendo y nosotras totalmente solas entre las ruinas, sacando fotos e imaginando como debió ser la vida allí hace 500 años. Nos tomamos nuestro tieeemmpo para recorrer todo. De ahí son fuimos de desayunar y luego emprendimos una larga caminata hacia la selvática casa de Horacio Quiroga. En el camino nos encontramos con un gendarme que barría con una escoba hecha de ramas de chirca y le sacamos una foto. Como buenas turistas ratas, al llegar a la casa de Horacio Quiroga, la vimos por la ventana, nos sacamos fotos desde afuera y volvimos al bar a buscar nuestras cosas.
Esperamos el micro en la plaza y mientras esperaba me dormí sentada con las dos mochilas puestas.
Viajamos casi todo el tiempo paradas, también viajaban paradas con nosotras muchas personas mas. Entre ellas una mujer que llevaba una caja que cada vez que la movía parecía que iba a perder su contenido por un agujero que tenia la caja al costado donde se veía entrar y salir algo. Cuando se fue desalojando el pasillo me di cuenta que lo que asomaba y se metía era un pollo. Por fin conseguí asiento, al lado de Ramón, un hombre campesino, de 65 años, viudo, analfabeto, autodefinido como "rebotado" (alguien que nadie quiere). Rechazado por el sistema y la sociedad en gral. se hizo contrabandista (oficio que ahora comprendí que aquí no es tomado como indigno, sino como un oficio para aquel que no se pudo insertar en el mercado laborar "legal") Me contó su historia de vida como analfabeto, cómo había muerto su esposa ahogada en un pozo (él dijo que había muerto de susto) cómo mataron a su hermano hace unos años. Y porqué su hermana casó a su hija de 14 años.
Ahora ya estamos en Posadas. Salimos a comprar la ropa para el casamiento de mi hermana Gaby y me daban ganas de comprarme todo pero me pude contener. La que no se pudo contener fue Celeste que le agarró un ataque cónsumista y arrasó con toda la peatonal, el centro y el mercado feria. "Que va a llevar" "Qué busca mamita", "Pase, pase señora mire". Todo el griterío y el abarrotamiento y saturación de cosas del techo al piso nos mareó tanto que cuando nos preguntaron "qué busca mamita", a coro le contestamos "la salida". De ahí nos fuimos a comer y ver el atardecer en la costanera. Her-mo-so. Yo me volví al hotel y Celes se fue al cyber. Me bua dormir, no doy mass.
Viajamos toda la noche para no pagar hotel y el "conserje" (léase chofer) nos despertó a las 6:00 am con un grito "San Ignacio!!!!!!!". Nos dejo en la ruta, caminamos hasta el centro, dejamos las mochilas en un restobar y nos fuimos a conocer las ruinas.
El dia estaba semi-nublado, San Ignacio amaneciendo y nosotras totalmente solas entre las ruinas, sacando fotos e imaginando como debió ser la vida allí hace 500 años. Nos tomamos nuestro tieeemmpo para recorrer todo. De ahí son fuimos de desayunar y luego emprendimos una larga caminata hacia la selvática casa de Horacio Quiroga. En el camino nos encontramos con un gendarme que barría con una escoba hecha de ramas de chirca y le sacamos una foto. Como buenas turistas ratas, al llegar a la casa de Horacio Quiroga, la vimos por la ventana, nos sacamos fotos desde afuera y volvimos al bar a buscar nuestras cosas.
Esperamos el micro en la plaza y mientras esperaba me dormí sentada con las dos mochilas puestas.
Viajamos casi todo el tiempo paradas, también viajaban paradas con nosotras muchas personas mas. Entre ellas una mujer que llevaba una caja que cada vez que la movía parecía que iba a perder su contenido por un agujero que tenia la caja al costado donde se veía entrar y salir algo. Cuando se fue desalojando el pasillo me di cuenta que lo que asomaba y se metía era un pollo. Por fin conseguí asiento, al lado de Ramón, un hombre campesino, de 65 años, viudo, analfabeto, autodefinido como "rebotado" (alguien que nadie quiere). Rechazado por el sistema y la sociedad en gral. se hizo contrabandista (oficio que ahora comprendí que aquí no es tomado como indigno, sino como un oficio para aquel que no se pudo insertar en el mercado laborar "legal") Me contó su historia de vida como analfabeto, cómo había muerto su esposa ahogada en un pozo (él dijo que había muerto de susto) cómo mataron a su hermano hace unos años. Y porqué su hermana casó a su hija de 14 años.
Ahora ya estamos en Posadas. Salimos a comprar la ropa para el casamiento de mi hermana Gaby y me daban ganas de comprarme todo pero me pude contener. La que no se pudo contener fue Celeste que le agarró un ataque cónsumista y arrasó con toda la peatonal, el centro y el mercado feria. "Que va a llevar" "Qué busca mamita", "Pase, pase señora mire". Todo el griterío y el abarrotamiento y saturación de cosas del techo al piso nos mareó tanto que cuando nos preguntaron "qué busca mamita", a coro le contestamos "la salida". De ahí nos fuimos a comer y ver el atardecer en la costanera. Her-mo-so. Yo me volví al hotel y Celes se fue al cyber. Me bua dormir, no doy mass.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home